Tras haber sido directora de Comunicación de la Casa Blanca, Olivia Pope abandona su puesto para crear su propia empresa de gestión de crisis y así proteger la imagen pública de la élite de Estados Unidos.
Tras haber sido directora de Comunicación de la Casa Blanca, Olivia Pope abandona su puesto para crear su propia empresa de gestión de crisis y así proteger la imagen pública de la élite de Estados Unidos.